Ejercicio práctico: un recorrido de gratitud para aceptar el cuerpo

Te propongo un ejercicio para conectar con tu cuerpo, para sentirlo en lugar de juzgarlo. el objetivo no es que te guste, sino aceptar el cuerpo y agradecerlo todo lo que nos permite hacer y experimentar. que encuentres un momento tranquilo, sin prisa. Puedes hacerlo sentada o tumbada. Cierra los ojos. El objetivo no es pensar “bien” sobre tu cuerpo, sino habitarlo y agradecerle desde el sentir.

1. Pies y piernas

  • Lleva tu atención a los pies. Observa las sensaciones.

  • Sube a tus tobillos, pantorrillas, rodillas, muslos… ¿Qué sientes ahí ahora, sin cambiar nada?

  • Y ahora pregúntate: ¿dónde te han llevado estas piernas? ¿Cuántos caminos, abrazos, bailes, viajes…me han permitido?
    Tal vez han sostenido cansancio, han corrido detrás de tus hijos, han bailado una canción que te liberó. deja que vengan recuerdos a tu mente.

2. Caderas, pelvis y vientre

  • Coloca ahora las manos sobre el vientre si quieres. Siente su volumen, su movimiento al respirar. ¿Qué sensaciones aparecen ahí?

  • Este centro ¿ha albergado vida, ha digerido, ha sostenido tensión y placer?
    Quizás te ha permitido crear, menstruar, gestar, soltar… o simplemente habitarte desde lo profundo.

agradecer al cuerpo

3. Pecho y corazón

  • Observa cómo respira tu pecho, cómo sube y baja. Siente su calor, su ritmo.

  • Tu pecho ha sentido amor, dolor, alegría.
    Tal vez ha amamantado, ha abrazado, ha latido fuerte ante una emoción, ha aguantado silencios o ha pedido amor.

4. Brazos y manos

  • Siente el peso de tus brazos, de tus manos, la temperatura en tus dedos.

  • ¿Cuántas cosas han tocado tus manos? ¿A quién han cuidado, alimentado, acariciado?
    Han escrito, creado, sostenido. Quizás también han temblado o se han cerrado. Y siguen ahí, disponibles.

gracias al cuerpo

5. Rostro y cabeza

  • Siente la expresión de tu cara. ¿Está tensa, suave? Observa sin cambiar nada.

  • Agradece todo lo que has visto con tus ojos, lo que has escuchado con tus oídos, las palabras que han salido de tu boca.
    Esta cara ha reído, ha llorado, ha expresado, ha besado.
    Tu mente ha pensado, dudado, creado.

✨ Final

Lleva ahora una mano al pecho y otra al vientre. Dite a ti misma «soy suficiente tal y como soy. Mi cuerpo es mi hogar, me acompaña siempre y me conecta con la vida»

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