Creo que a tod@s nos gustaría saber cómo hacer que el amor dure ya que cuando nos enamoramos, todo parece sacado de una comedia romántica: los mensajes largos, las miradas eternas, y esa sensación de que hemos encontrado a nuestra «alma gemela». Pero, ¿qué pasa cuando las mariposas se calman y la banda sonora de nuestra relación deja de ser épica? Aquí te contamos cómo hacer que el amor dure más allá del subidón inicial, por qué confundimos amor con enamoramiento, y qué podemos hacer para no naufragar en alta mar.
Enamoramiento vs. Amor: No es lo mismo, aunque parezca
El enamoramiento es como una montaña rusa: intenso, emocionante y lleno de giros inesperados. Todo es nuevo, y el cerebro, inundado de dopamina, nos convence de que estamos viviendo una historia digna de Hollywood. Pero, como bien sabemos, nadie puede vivir eternamente en una montaña rusa sin acabar mareado.
El amor, en cambio, es más como un viaje en barco. Hay días soleados, otros de tormenta, y momentos donde el mar parece demasiado tranquilo. Pero en ese ritmo constante está su verdadero valor: es el espacio donde crecen la confianza, el compañerismo y los chistes internos que solo entienden ustedes dos.
¿Por qué queremos estar siempre en la cresta de la ola?
En una era de redes sociales, donde todo parece perfecto (sí, hablamos de esas parejas que hacen yoga juntos al amanecer), hemos caído en la trampa de querer que nuestra relación sea siempre emocionante. Creemos que si no sentimos un amor explosivo cada día, algo está mal. Pero aquí va una verdad incómoda: el amor no siempre es espectacular, y eso está bien.
La necesidad de estar constantemente «en la cresta de la ola» puede ser agotadora. Además, ignorar las etapas más tranquilas del amor nos hace olvidar que en esos momentos también se construye algo hermoso. La estabilidad no vende likes, pero es el pegamento de cualquier relación duradera.
Entonces, ¿cómo mantener el barco a flote?
- Ríete más, discute mejor
El sentido del humor es un salvavidas en los días grises. Si pueden reírse de los problemas (o de quién dejó los calcetines tirados), la vida se hace más ligera. Eso sí, aprender a discutir sin destruirse es clave; las tormentas son inevitables, pero el barco no tiene por qué hundirse. - Acepta que las mariposas evolucionan
Lo que al principio era pura química se convierte en algo más profundo: una conexión auténtica. No te preocupes si no sientes los mismos nervios del primer día; eso no significa que el amor haya desaparecido, sino que ha madurado. - Haz que el tiempo juntos importe
No se trata de hacer planes caros o extravagantes, sino de encontrar momentos genuinos para reconectar. Cocinar juntos, una caminata, o simplemente apagar el teléfono y charlar puede hacer maravillas. - Recuerda por qué empezaste
En medio de la rutina, es fácil olvidar lo que te enamoró de tu pareja. Tómate un momento para recordar esas primeras risas, miradas y las razones que los unieron.
¿Por qué hay tantas separaciones hoy en día?
Porque muchas veces confundimos amor con emoción constante, y nos rendimos al primer bache. Las expectativas irreales nos hacen creer que el amor debe ser perfecto, cuando en realidad es un trabajo en equipo lleno de imperfecciones. También vivimos en un mundo donde todo es descartable, y lamentablemente, algunas personas aplican esa mentalidad a las relaciones.
El amor no es un sprint, es una maratón. Y como en cualquier maratón, habrá momentos de cansancio, dudas y hasta algún tropezón. Pero si eliges correr al lado de la persona correcta, cada paso –incluso los difíciles– valdrán la pena.
Así que, si sientes que las mariposas han cambiado por algo más calmado, no te preocupes: puede que estés entrando en una etapa más duradera y gratificante del amor. ¿Y quién necesita fuegos artificiales constantes, cuando puedes tener la tranquilidad de una hoguera que siempre te da calor?
Y si necesitáis ayuda, podéis pedir cita para terapia de pareja. Estaré encantada de acompañaros.